Un 12 de enero entrábamos a Eslovenia en bus por la frontera noreste de Italia. En ese momento desconocía que este pequeño y extremadamente bello país terminaría siendo mi favorito de todo nuestro recorrido por Europa y que me regalaría varios de los paisajes naturales más espectaculares que he podido presenciar.


Fragmento de Diario de viaje: “se siente raro entrar en un país tan alejado de lo que conocemos, se siente como pisar un nuevo mundo. Escucho la conversación del chofer con una persona y no entiendo una sola palabra.
Cualquier viajero desearía tener una idea de como son las personas de un país en el primer día, pero toca tener paciencia, y aún más cuando no se entiende el idioma.
Yendo hacia Ljubliana por la carretera, veo por la ventana casitas de madera muy separadas una de otra inmersas en hermosos valles y praderas que parecen una alfombra verde, como si fuera un inmenso parque. Detrás del todo, como si fuera una pintura, se ven los blancos y gigantes alpes Julianos. Solo esto que recién empieza es mucho más de lo que esperaba”

Estos son los 3 lugares que nadie se debería perder en Eslovenia:

Ljubljana:

Al llegar a “la capital verde de Europa”  enseguida se siente la elegancia arquitectónica de todas las casas y edificios, pero con una particular mezcla de grafitis, callejones angostos y bares de estilo new age, que le dan cierto aire underground. Cada paso despertaba más ganas de seguir conociendo la encantadora ciudad de los dragones.

Por esas peatonales de piedra repletas de arte, nos cruzamos mucho más de lo que se puede esperar de esta capital poco conocida por las masas de turismo: vendedores de libros, músicos, llamativas esculturas, librerías y cafeterías, obras de teatro, malabaristas, tours a pié y en bicicletas, y hasta con el set de filmación de una película.

Otro lugar impactante es el mercado de Ljubljana, donde se puede pasear entre los vendedores y ver como venden sus productos a los ciudadanos, sentir los aromas y los sonidos; ser parte de la cultura.

Luego de instalarnos en el Hostel salimos a seguir explorando y llegamos al río que fue de seguro lo más lindo de todo. Un río de agua verde clara que rodea toda la ciudad y pasa por debajo de puentes, parques y casas. Mi ritmo cardíaco aceleraba entre más y más bellezas de la capital Eslovena. Cuando levante la vista, un castillo medieval vigilaba la ciudad desde lo alto de una colina.

El castillo está siempre presente y se ve desde diferentes ángulos de la ciudad.

Se puede subir al castillo en un moderno fonicular que te sube hasta lo alto de la montaña. De hecho fue lo que hicimos y cuando bajaba el sol fuimos a la torre más alta para fundir la vista con un atardecer de película.

Ya era de noche cuando bajamos del castillo pero esta ciudad no paraba de fascinarnos. Todo el centro histórico estaba decorado con luces de colores. Nos emocionamos frente a tanta belleza, parecía algo así como la escena de una película de Tim Burton.

Uno de los lugares más enigmáticos de la capital es el renombrado puente de los dragones, un pasadizo por donde cruzar el río rodeado de 4 esculturas grandes de dragones.
Según la mitología este era el territorio de los dragones y de hecho hay varias leyendas sobre estos que todos los ciudadanos conocen. La figura del dragón está presente en la bandera de Eslovenia.

Lago Bled:
A una hora de Ljubljana se encuentra el pueblo del lago Bled. Un lago de aguas glaciares de 2 mil metros de largo.
“Quizás esta sea la postal más hermosa de un lago que pueda existir en la tierra” –  fue lo que nos dijimos cuando llegamos al pié del lago. Frente a nosotros se veía un paisaje que entregaba paz y belleza infinita. Un enorme lago rodeado de bosques y picos nevados.

Como si fuera poco, en el centro del lago hay una isla con una antigua iglesia que le da un tono de misterio a esta maravillosa obra de la naturaleza. Se puede recorrer todo el contorno del lago a pié o en bicicleta para ver los diferentes ángulos.
Arriba del todo, sobre un acantilado de 120 mt cuelga un castillo medieval. Se puede subir a la cima y ver el panorama completo de todo Bled.

Como no podía ser de otra manera, a pesar del imponente frío invernal de enero, alquilamos una canoa para ir a explorar la isla. Admito que fue algo complicado llegar pero lo logramos. Conocimos la iglesia y tomamos un chocolate caliente con hermosas vistas, antes de volver.
La mística que te entrega un paisaje de este tipo es muy intensa. Es como si por un rato fueras el personaje de una película de misterio.

El lago Bled fue otro increíble regalo que nos dejó Eslovenia. Fue uno de esos lugares que te recargan de energía en medio de un viaje, y un lugar que recordamos como un punto mágico en el mundo.

Cueva de Postojna:

Si hay algo que buscamos en nuestros viajes son experiencias únicas que nos asombren y nos enseñen un poco más de este mundo en el que vivimos. Así que desde que dijimos que iríamos a conocer Eslovenia sabíamos que en la región del Carso se encontraba la cueva de Postojna. Así que allá fuimos a ver que tan grande puede ser la magnitud de la madre naturaleza.

A una hora de viaje de la capital se encuentra la solemne cueva de Postonja, una de las cuevas más importantes del mundo y la más visitada de Europa. Más que una cueva es un universo natural lo que hay ahí abajo y entrar en el fue una de las cosas más locas que vimos en nuestra vida.

Nos subimos en un tren que nos llevó 3 km hacia adentro. Cuando empezamos a pasar por esos tubos y galerías gigantezcos, mirábamos hacia arriba y realmente parecía que estuviéramos llendo al centro de la tierra como el libro de Julio Verne.

Caminamos dos horas por esa enorme cueva junto a un guía local que nos explicó la vida ahí dentro y como la cueva se mantiene viva desde hace millones de años.

Eslovenia es tan pequeña y variada que uno puede cambiar completamente de paisaje con unas pocas horas de movimiento. Es decir, se puede estar en la playa a la mañana y haciendo sky en la montaña por la tarde. Es increíble que este multifacético país tenga también, por más que sea pequeño, un pedazo de costa al mar Adriático.

Eslovenia es un país no tan conocido dentro del mundo turístico que aguarda con muchos tesoros para viajeros del mundo que se animen a ir al “corazón de Europa”.

Te invitamos a conocer Eslovenia con nosotros en nuestro viaje en grupo Europa Alternativa.