“La motivación viene con la acción, no antes de esta” Leí esto en un libro hace un tiempo y me llamó mucho la atención. Luego lo puse a prueba y lo comprobé una y otra vez; y funciona, ¡es cierto!

Hay momentos en que necesitamos poner el tren de la motivación en movimiento nuevamente.
Porque cuando solo pensás en algo, no llegás a sentir realmente lo que significa poner eso en marcha en tu vida. 

Foto en Volcán Quilotoa, Ecuador

De hecho creo que la mayoría de las veces no prestamos atención o no le damos importancia a las señales que recibimos.
El cuerpo y la mente nos dan señales, la vida misma nos pone ante situaciones que nos invitan a tomar acción para cambiar algo o mejorar nuestra vida en algún aspecto.

Aún así, solemos ignorarlas. ¿Por qué? Yo creo que muchas veces es el miedo a hacer algo diferente a lo que conocemos. Y otras veces es simplemente por “perezosas” que somos las personas en general :), y por valga la redundancia, falta de motivación…

¿Sabías que el cerebro es un órgano muy perezoso naturalmente? Sí, este está buscando constantemente hacer las cosas por costumbre y reservando energías para garantizar nuestra supervivencia. Hay muchos estudios que prueban esto!

Entonces… como te decía antes… la idea de este artículo que estoy escribiendo – por cierto, sentado en un Starbucks, en el barrio Laureles de la ciudad de Medellín, es ayudarte a que tomes esa acción, de lo que sea que quieras 🙂 

¿Cómo? Mostrándote 5 señales de que puede que sea momento de salir de la pecera y vivir algo diferente.
Como por ejemplo, lanzarte a una experiencia nueva o emprender un gran viaje, ya que podrían aportar mucho en tu vida en este momento.

Aquí vamos:

1) Te sentís desconectadx y por momentos hasta solx

Todos los días te levantás, hacés tu rutina matutina y luego te ocupás de tu trabajo.
Gracias a este, interactúas con muchas personas en tu día a día (“buen día”, “cómo estás”, “qué has hecho”, etc)  pero no son necesariamente vínculos de esos que te hacen sentir más acompañadx y conectadx.

Incluso esos fines de semana que te juntás con amigos o familiares. Que disfrutás del momento y te divertís pero cuando llegás a casa tenés como una sensación de que no conectaste del todo o que tu energía está más para abajo. Tal vez porque siempre todo muy similar, se sigue hablando de los mismos temas, etc. 

Lo importante es que necesitás llenar esa sensación de desconexión y con algo nuevo aunque no sabés muy bien con qué.

Y por ahí con esas personas te sucede que no te comprenden mucho, no te escuchan lo suficiente como para entenderte, o simplemente no están en tu situación.

¿Cómo podríamos atender ésta señal?

Abrirse a personas y círculos nuevos que tengan intereses en común o que tengan situaciones de vida similares es una forma de conectar con gente en tu misma sintonía con quienes intercambiar, y poder además ampliar ese círculo de siempre.

El mundo es enorme y las relaciones que podemos generar con otras personas diferentes a las que conocemos de siempre también ????

Una manera muy linda de conocer y conectar con otros es…ya sabes lo que voy a decirte… viajar!
Lo viví mucho y he generado vínculos con gente muy distinta pero con la que compartía algo, por ejemplo la pasión de explorar mundo. 

Aquí estoy yo (Ger) coordinando un grupo de 22 personas en el “Parque Arví”, Medellín, que 4 días atrás no se conocían.

De hecho cuando viajás las personas con las que interactuás se convierten en verdaderos reveladores.

Esas personas con las que entablas una conversación de manera improvisada, sea en un Hostel, en un bar o en un walking tour, también se encuentran alejados de su zona de confort y por tanto están más abiertos y sensibles a conectar con otras personas.

Foto (Cami) coordinando grupo de viajeros en Salar de Uyuni, Bolivia.

Acá creo que surge un tema clave para conectar con otros: la vulnerabilidad.

Mostrarnos vulnerables y auténticos ante los demás nos permite generar conexiones más profundas y reales. Y viajando es algo muy fácil de hacerlo porque todos vamos en el mismo barco de ser desconocidos en tierras desconocidas…o no?

Conocer personas nuevas e interactuar con ellas es una parte muy importante de lo que te puede dar un viaje.

2) Un pálpito de que “hay algo más para vos

Te gusta tu carrera profesional pero también te ha consumido mucho tiempo y dedicación, y tenés la sensación de que hay algo más para vos.

Y lograste un montón de objetivos. Pero sin embargo, incluso cuando te va bien en tu trabajo, cuando consigues más cosas…aún sentís que hay algo más que falta.

Los seres humanos siempre estamos buscando prosperar y mejorar nuestra vida de alguna u otra forma. Y si sos curiosx, me imagino que te gusta leer, escuchar podcasts, mirar documentales, películas, etc, y tenés un montón de ideas de cosas para hacer pero no has comenzado casi ninguna.

¿Cómo atender ésta señal?

La verdad es que en este sentido, romper con la rutina al 100 para preparar tu mochila y reordenar tu agenda con el objetivo en la mira de emprender un viaje… es de las pocas cosas que permiten abstraerte de todo y empezar a tener una “big picture” de nuestra vida, poner las ideas en orden y “cambiar el chip”.

Desde el momento en que el avión despega hacia una nueva aventura y se eleva, dejás atrás un montón de pensamientos y formas de ver las cosas. Empiezas a salir de lo conocido y a soltarte…

Vuelo Montevideo → Bogotá (Ger)

¡Y viajar inspira como pocas cosas! Es como si tuvieras un nuevo comienzo…donde vas a alimentarte de experiencias variadas, recargarte, reencontrarte contigo y con eso que buscás…

Y eso sí, si te fijás, más arriba mencioné “aventura”, porque en mi experiencia, no cualquier tipo de viaje te da esa claridad e inspiración, sino uno bien intenso.
Unas vacaciones en una playa de ensueño para descansar, lo único que hacen es darte una energía extra gracias al descanso. 

Pero tú estás buscando algo más que eso 🙂 Se trata de ese algo que te llena, qué te hace sentir vivx, y qué le da más sentido a tu vida.

Viajera en Valle del Cocora, Colombia

Y para terminar este punto quiero compartirte una breve historia…

En 2010 yo llevaba una vida “tradicional” digamos. Tenía un trabajo estable en una buena empresa, mi grupo de amigos con el que frecuentaba bastante, estaba estudiando en la universidad, iba al gimnasio 3 veces por semana, salía los fines de semana, etc…

Sin embargo no estaba seguro de que esa fuera la vida que era para mi.

Me sentía algo agotado de mi rutina y de estar siempre rodeado de las mismas personas y con visiones parecidas. Incluso sintiendo ciertas presiones sociales como “hay que tener hijos”, “ahorrar para una casa”, etc.
Es decir… Me sentía “dentro de una pecera”, literalmente… Que no es algo malo, aclaro, sino que estar en la misma rutina nos puede limitar a conocernos, superarnos, y descubrirnos de otra manera.

Realmente sentía que necesitaba vivir algo que me sacara completamente de todo eso.

Viajar fue el Click. Fue la forma que encontré para saltar hacia otra forma de vida.

Viví dos viajes que me transformaron: el primero fue el viaje que hicimos con Cami de mochileros por Latinoamérica por 6 meses.

En ese viaje filmamos un documental, “The Real Me” que hoy en día es muy reconocido en el mundo de los viajes y podés ver acá en YouTube.

Cami y Ger en “Laguna Cejar”, en el desierto de Atacama, al norte de Chile – 2013

Allí entrevistamos a viajeros de todas partes del mundo para que nos contaran qué los llevaba a viajar. Sobre todo cuestionando la vida por “fuera de la pecera” y motivando a las personas a salir y perseguir sus mayores pasiones y sueños.

El otro viaje que me transformó fue uno que hicimos en 2015 de casi 40 días por Colombia.

Colombia nos dejó la importancia de desconectar para conectar con lo esencial. De que cuanto más simples vivimos, más gratitud de estar vivos. Lugares de inmensos paisajes como el de esta foto en “La Guajira”, o “El Parque Tayrona”, son escenarios mágicos para cualquier persona que acostumbra a ir al ritmo loco de la ciudad.

En La Guajira, la punta más al Norte de Sudamérica, Colombia.

Poco a poco mientras avanzábamos con Cami en estos viajes empezamos a ver la vida de otra manera. Más motivados, con nuevas ideas, revalorizándonos a nosotros mismos.
Entendiendo que el mundo es mucho más grande que lo que pensamos y sentimos cuando estamos en nuestra zona conocida.

Así que…si también tenés ésta señal donde sentís que hay algo más para vos, hay algo mejor que salir al mundo a descubrirlo?

3) Te sentís más estructuradx o demasiado serix

Cualquier persona que carga con muchas responsabilidades laborales tiene que tener la capacidad de mantenerse concentradx durante largos períodos de tiempo, cumpliendo con los objetivos/metas profesionales.

Y eso está perfecto. La disciplina es el medio que nos lleva a ser quienes queremos ser.

Sin embargo, en medio de esta cultura moderna que enfatiza tanto la hiperconectividad y que prioriza la productividad “ante todo” es normal que quedemos “tomándonos la vida demasiado enserio” como leí por ahí alguna vez.

Incluso muchas veces nos auto convencemos de que estamos demasiado ocupados y que no tenemos tiempo para descansar o para “conectar con nosotros mismos”.

A mi me ha pasado! A mi me pasa todavía al día de hoy y necesito romper con eso cada vez que soy capaz de detectarlo. Eso de, de pronto abstraerte, mirarte y no reconocerte, como estando en un “mood” muy anti felicidad y disfrute.

Es como si de repente, me hubiera olvidado de que existe algo más que las responsabilidades.

Y dejame decirte lo más complejo de todo, ese modo en el que entramos puede que nos funcione un tiempo pero luego se termina volviendo contraproducente. 

Porque necesitamos la fluidez para ser productivos también. Necesitamos conectar con nuestro niño interior para explorar y divertirnos un poco con la vida. 

Entonces… ¿Cómo romper con esa barrera y sensación de estructura y seriedad?

Sí…nuevamente, viajar es una excelente forma de “romper el hielo” de manera fuerte y salir a flote nuevamente conectando con nuestra esencia. Esa que en el piloto automático va quedando algo adormecida…

Ahora, nuevamente y perdoná la insistencia aquí, no es cualquier tipo de viaje el que logra sacudirnos y reconectarnos con nosotros. Tiene que ser un viaje que tenga algunos condimentos extra. Sobre todo, que tenga algún tipo de propósito más allá del mero entretenimiento o descanso propio.

Ese viaje tiene que desafiarte un poco, porque es así como te conocés y te ponés a prueba, y te das cuenta de como tu mente te engaña, y de que en realidad sos capaz de muchas cosasa que tal vez creías que no.

Obviamente que viajar no es la única solución si estás teniendo estas señales. Porque aquí te escribo desde la sinceridad y desde la intención de que tu vida pueda mejorar. 

Viajar no es la solución mágica pero sí una gran ayuda, y ha sido una gran ayuda para mí, para perseguir mis sueños y acercarme con cada viaje, un poco más a la vida que más quiero.

Hoy en día hace ya 10 años que en Serena nos dedicamos a motivar a las personas a viajar como una forma de ampliar la zona de confort para ponerse a prueba, rompiendo miedos y conocerse más a uno mismo. Como le llamamos: “salir de la pecera”.

Con grupo de viajeros en Cañón del Colca en Perú

Pero antes de eso nos sentíamos vacíos y desconectados de nosotros.
Cami trabajaba en una agencia de publicidad como Redactora Creativa y yo en Marketing en otra empresa. Ambos teníamos mucho peso mental, carga horaria de trabajo hasta tarde y cansancio acumulado.

Cuando sincronizamos en que nos pasaba algo muy similar y queríamos lo mismo… decidimos romper con todo y lanzarnos a emprender.

Cami y Ger con grupo en Desierto de Atacama, Chile

En 2012 comenzamos emprendiendo un Hospedaje en La Paloma Uruguay, luego realizamos el documental The Real Me que te conté antes, y el proyecto más largo y vigente es nuestra agencia de viajes alternativos, donde desde 2015 viajamos con grupos por destinos exóticos con ésta filosofía #fueradelapecera.

La verdad es que todo siempre se fue creando por la pasión que tenemos por motivar a la gente a romper los miedos, salir del molde y de la pecera para encontrarse con su mejor versión.

Cami coordinando grupo en Salar de Uyuni, Bolivia.

Porque emprender y viajar fue para nosotros un punto de inflexión…y creemos en el poder de un viaje para salirte de la estructura y resetearte.

Porque como te mencioné antes, para realmente desenchufar al 100% de esa mente tan trabajadora (“mente de mono” como le dicen en mindfulness) la forma más efectiva es pensando en otras cosas y para eso no hay nada mejor que las experiencias nuevas. 

Y un viaje aventura #fueradelapecera te permite tener muchas experiencias sensoriales variadas… y entonces desconectar es un efecto inevitable.

Claro, he recurrido a muchas cosas más, y que te las recomiendo ampliamente: como la terapia, el mindfulness y la meditación, aprender habilidades nuevas y hobbies nuevos, practicar deporte de equipo, etc. 

Pero por última vez, viajar es para mi, la puerta de entrada a todo lo demás.
Y con un tipo de viaje #fueradelapecera te aseguro que vas a ver cambios positivos en tu vida.

4) Te interesan otras culturas, te llama la atención lo nuevo:

Viajar es satisfacer muchas necesidades, entre ellas la de curiosidad y apertura mental 🙂 Viajar ha dejado de ser un privilegio hace bastante y es ahora una necesidad vital.

Te ayuda a ponerte en contacto con una realidad nueva, totalmente diferente a la tuya; entonces podés valorar, entender a otras culturas y formas de vida y aceptarlas, te da empatía con el ser humano en general y contigo mismx.

“Bicitaxi” en Montería, Colombia

Tal vez en medio del viaje, de pura casualidad (y creeme que pasa) te ponés a hablar con un local y te cuenta una historia de vida que te marca y que te lleva a cuestionarse aspectos de tu propia vida. 

De hecho, quiero aprovechar para contarte una anécdota que vivimos en Colombia que muestra como con ciertas vivencias uno sale completamente de su pecera mental.

Íbamos en el metro de Medellín cuando éste señor nos respondió “Miren la verdad que yo no tengo mucho para hacer hoy porque estoy jubilado y me encanta el Parque Arví, si quieren vamos juntos”

Con Cami nos miramos a los ojos y era evidente que los dos pensábamos lo mismo “Y ahora qué hacemos?”

Nos pareció extraño que quisiera acompañarnos así de la nada y sin habernos visto antes.
Pero luego algo nos dijo ¿Por qué no? Y le dijimos que sí.

Visitando “Parque Arví” Medellín por primera vez

Fue allá por 2015 cuando estábamos recorriendo Colombia en 40 días. Unas 3 hs antes amanecimos en la ciudad de Medellín sin muchos planes y nos terminamos decidiendo por  ir a conocer el Parque Arví, al que solo se puede llegar en metro cable. Pero estábamos del otro lado de la ciudad y no conocíamos nada. Entonces nos mandamos sin tener mucha idea cómo llegar.

Mientras hacíamos el viaje en metrocable nos contó muchas cosas interesantes sobre la ciudad y sobre su vida. Y conocía el parque como un experto así que pudimos conocerlo mucho mejor gracias a él, nos llevó a una laguna bastante desconocida por todos los turistas, una experiencia hermosa.

Al final estábamos muy felices, pensábamos que nos habíamos confiado de una persona desconocida y en un país que muchas veces se dice por ahí que es muy peligroso, y la verdad que fue todo lo contrario.

5) “Mal de amores”:

Puede que el título de este punto te choque un poco. En realidad no es ningún “mal” 🙂

Me refiero a que sea que acabas de terminar con una relación larga o que te encuentres solterx desde hace un tiempo… Mientras que tus más amigxs  se asientan, tienen hijxs, y cada vez menos tiempo para esas juntadas de la “vieja escuela” 🙂 

Bueno… tené en cuenta que estás entonces frente a una gran oportunidad de divertirte, de explorar el mundo, y hasta de comenzar a enamorarte más de vos mismx ♥️

Es como dar vuelta la tortilla. Normalmente suele pasar que la mayoría de las personas terminan teniendo una vida bastante similar. Y los que hemos elegido o nos ha tocado (como quieras verlo) un camino diferente, solemos pasar mucho tiempo enfocados en gustarle a los demás, o en cumplir con expectativas ajenas.

Y cuando “das vuelta la tortilla” y te ocupás de vivir la vida que tenés enfrente, te sentís completamente agradecidx y empezás a explorar algo nuevo que puede ser increíble.

Una vez que te sentís bien con vos mismx, todo lo demás viene por añadidura. Porque el amor es contigo mismo y darte la oportunidad de vivir aventuras para conocerte más, arriesgarte más y conectarte más con vos…es una llave que abre la puerta a construir la relación más larga e importante de todas: la que es con vos mismx.

Y creeme que viajar puede ser clave en esa búsqueda.

Yo mismo lo experimenté. Hace 9 años, un viaje donde me conocí más me dió la idea de vivir viajando y de dedicarme a ayudar a otras personas a viajar, y este es mi trabajo y estilo de vida desde entonces.

Haciendo Rafting con grupo de viajeros en Río Claro, Colombia

No necesitás a nadie para viajar y vivir experiencias nuevas increíbles.

Hay formas de viajar acompañado aunque no sea con “tu gente”. Y además, viajar es una excelente forma de soltarte y darle más fluidez a tu vida, de darle cuerda a las cosas que ocupan un lugar innecesario en tu cabeza.

Pero que claro, el gran desafío es que dentro de “la pecera” es difícil darse cuenta. 

Si te identificaste con alguna de estas señales ¡Tenés que salir de la pecera cuanto antes!

Como te dije antes, viajar no es la píldora mágica ni es la única manera de lidiar con esto…pero seguro que puede darte un nuevo camino, un distinto comienzo, ese “no sé qué” que estás buscando…

¿Qué te pareció, te identificaste con algo? Gracias por leer y hasta la próxima!