Viajar a Europa es un sueño que tenemos casi todos en la lista de los pendientes. Y para los que ya han tenido la oportunidad de estar por allí, resulta una especie de adicción, y siempre que les sea posible, allá irán de nuevo a sentir la magia del viejo continente.

Europa es única porque encierra innumerables encantos de la humanidad en un mismo territorio, relativamente pequeño.

Hoy, después de haber regresado de mi tercer viaje por el antiguo continente, te quiero compartir 8 razones por las que deberías elegir Europa para tu próximo viaje:

1) El Mar Mediterráneo y el Adriático

Será difícil encontrar en otro lado la conjunción entre aguas azules, cielos soleados y ciudades medievales como las hay en el Adriático.

Cuando me topé por primera vez con este mar, un croata me dijo que esas eran – las aguas más limpias del mundo-. Lo pude comprobar en carne propia al recorrer toda la costa y ver los azulados paisajes desde la carretera.

La parte de Italia mediterránea tampoco se queda atrás. Toda la costa es hermosa para caminar rodeado de naturaleza y pueblos coloridos.

La experiencia de surcar las azuladas aguas del mar para llegar a una isla italiana es una experiencia inolvidable.

2) Viajar en Tren

Europa te permite explorar diferentes países muy cómodamente. La red de líneas de trenes abarca prácticamente todas las ciudades más importantes. ¡Puedes conocer todo lo que quieras!

Esto le da una gran sensación de ilusión y libertad al viajero.

El hecho de viajar en tren le añade al viaje una magia inexplicable. Solo sentarte a ver pasar los paisajes a toda velocidad y saber que vas rumbo a conocer un nuevo destino del mapa, es algo maravilloso.

3) La magia de los Alpes

Cuando entras a Eslovenia, te sumerges en un hermoso y gigantesco predio natural formado por bosques, lagos y montañas como telón de fondo. El país más verde de Europa, con la capital más ecológica.

En la foto se ven los Alpes Julianos que rodean el lago Bled en Eslovenia.

Uno puede sentarse durante horas a contemplar este paisaje pacífico y encantado. Los patos nadando en las aguas azules, la iglesia hace sonar sus campanas que retumban en todo el pueblo, el castillo en la cima de la colina, y los picos nevados tocando el cielo.

Bled es uno de mis lugares favoritos en el mundo, un sueño hecho realidad.

4) Deleitarse con comidas deliciosas y variadas

En las fotos están varios de los platos que pude degustar y que me han encantado: La Pizza italiana, el Strukli croata, la sopa de mariscos croata, o el Goulash húngaro. Me cansé de decir – el plato más delicioso del viaje – con cada uno de ellos.

Si vas a Europa, prepárate para homenajear el arte del buen comer. En todas las ciudades se respeta la tradición por las comidas y preparan auténticas delicias.

Si no fuera por que se camina un montón en cualquier viaje por este continente, seguro todos volveríamos a casa con unos cuantos kilos de más.

5) Las islas y las playas

 

Si eres de los que les gusta el sol y la playa, tendrás cientos de pequeñas calas por descubrir, en donde puedes bañarte y explorar las formaciones rocosas.

Países como Croacia, Italia, Grecia, tienen un montón de islas con playas escondidas a las que puedes acceder en bicicleta, trekking o en vehículo. Puedes ir saltando de isla en isla descubriendo toda la magia que esconde la naturaleza.

6) Seguridad

Cuando ingresas a la Unión Europea a través de cualquier aeropuerto, enseguida notas la rigurosidad en los controles de seguridad del primer mundo, te registran absolutamente todo con la más avanzada tecnología.

Europa es diferente a Sudamérica en muchos aspectos, más que nada en el orden y la seguridad que rigen las ciudades. Te sentirás seguro/a ya que hay muchos policías en todos lados controlando la vía pública, cámaras, y sobre todo penas muy altas para los delitos.

No es casualidad que varios de los países más seguros del mundo estén dentro de Europa.

Lo único que se suele recomendar como medida de seguridad ante un viaje a Europa es estar atento a las pertenecias para eviatar posibles carteristas/oportunistas, más que eso, nada.

7) Arte y Arquitectura

Europa entera es una gran escultura de la humanidad. Se conservan los estilos arquitectónicos de la antiguedad, y en cada esquina uno se puede transportar a otras épocas.

Lo lindo es que en todas partes conviven el mundo antiguo con el mundo moderno de forma casi perfecta.

Si te gusta el arte, pasearte por las calles, iglesias y museos de Roma y Florencia puede ser tu perdición. Desde la ciudad del Vaticano con los techos pintados por Michelangelo, caminando entre miles de años de historia por el foro romano, o visitando el gigantesco David en el museo de La Academia en Firenze.

Todo un gran escenario artístico te espera por las ciudades más importantes de Europa.

8) Culturas y lenguas variadas

Por último, y lo más bonito de todo, es que el viejo continente te permite sumergirte en un sinfín de constumbres, culturas e idiomas.

La mayoría de los países son relativamente pequeños y están muy cerca uno del otro, y cada uno de ellos es un mundo completamente único.

Puedes pasar de hablar en Francés, a hablar en Húngaro, en Alemán o en Italiano, de una manera accesible y a unas horas de distancia en un vuelo low cost o en un tren de alta velocidad.

Europa te permite explorar culturas como en ningún otro lado y enriquecerte al máximo de cada una de ellas.