Para disfrutar al máximo de cualquier aventura hay que saber aceptar el viaje.

Al hacerlo, automáticamente abres un abanico enorme de posibilidades y desde entonces el viaje no dejará de sorprenderte.

Aceptar no significa resignarse:

Aceptar no es algo que resulte fácil; estamos tan acostumbrados a querer controlar y racionalizar todo que, tener que aceptar del todo una situación siempre nos cuesta.

Como dijimos también en “viajar y aprender a soltar”, cuando estamos lejos de casa las cosas se hacen de otra manera, y durante ese tiempo hay que saber soltar y aceptar.

Cuando hablo de aceptar no me refiero a tener una actitud pasiva durante el viaje o a resignarse frente a las adversidades. Hablo de que tengas la valentía suficiente para cambiar tu enfoque cuando sea necesario, para así tener más energía y disfrutar más.

¿Cómo llevar a la práctica el aceptar durante el viaje?

Imagina que te reservas por adelantado una semana en un pequeño pueblito playero y al llegar te percatas de que los lugareños son muy cerrados hablar con las personas extranjeras. Si eres una persona a la que le encanta socializar y conversar, será difícil aceptar que a los locales les cuesta establecer una conversación con alguien desconocido.

Si no lo aceptas, no solo no disfrutarás ya que tendrás en tu mente todo el tiempo como te habías imaginado que sería, además tendrás menos chances de conectar con esas personas.

  • Consejo 1: Intenta utilizar la “mentalidad de principiante”, es decir, en cada cosa que hagas o lugar que visites intenta hacerlo como un niño pequeño que es la primera vez que lo ve. No trates de comparar con otros lugares que conoces o de pensar demasiado. Haz la prueba de observar los detalles para conectarte más con el lugar
  • Consejo 2: Conéctate con tu cuerpo. Intenta utilizar más tus sentidos para despertar emociones. Siente tu respiración, usa tu tacto para sentir las texturas de los objetos, cierra los ojos para conectar en más profundidad con los sonidos.
  • Consejo 3: Está buenísimo sacar fotos de los lugares y salir bien en la foto. Pero si viajas hasta la China y tienes solo un ratito en los lugares más bonitos, y los utilizas para estar concentrado en la pantalla del celular entonces no podrás valorar y por lo tanto aceptar.

Hay que aceptar que no puedes tener las imágenes perfectas de todo 🙂

  • Consejo 4: Muchas veces se escucha por ahí que para viajar hay que sacarse las expectativas. Y es cierto, reducir tus expectativas te ayudará a aceptar mejor lo que sucede durante tu aventura.

                                                              Grupo de viaje #ecuadormitaddelmundo en parque nacional Cajas.

El viaje siempre es diferente a lo que esperábamos:

De todas maneras, el viaje siempre termina siendo diferente a lo que nos imaginábamos, así que más vale no gastarse.

Pones tu cara frente a nuevas realidades y es imposible que hayas acertado por anticipado, ni siquiera las fotos de internet son iguales a lo que ves cuando llegas a los lugares. Siempre, siempre es distinto a lo que imaginábamos.

Viajar se trata justamente de hacer parte de nuestro mundo interno aquello que más nos gusta del mundo externo.

En mis últimos viajes he comprobado que algunas de las cosas más increíbles que me pasan, vienen a partir de esos momentos en que decido entregarme por completo al ejercicio de aceptar.

Es así como logro liberarme completamente de mis pensamientos y estar más abierto a la percepción y conexión con el lugar.

Ahora ya lo sabes, llévate en este consejo en tu mochila para tu próximo viaje. A partir de que aceptas comienza la magia y tienes las posibilidad de disfrutar más de todo y que nada te frene.

¿te animas a aceptar?